martes, 18 de noviembre de 2008

La estratificación de lo real

Un estrato puede ser entendido como el conjunto de elementos que, con determinados caracteres comunes, se ha integrado con otros conjuntos previos o posteriores para la formación de una entidad o producto históricos, de una lengua, etc. Esta definición, dada por la rae, supone un buen punto de partida para reflexionar sobre la Realidad y sobre cómo ésta se distribuye en estratos o no.
Los filósofos de la antigüedad buscaban una sustancia común a partir de la cuál se formaba todo lo real. Teniendo esto en cuenta no tendría sentido discutir sobre los estratos de la realidad, pues toda la realidad se reduciría en último término a esta sustancia.
Pero me parece más adecuado discutir sobre los diferentes ámbitos en que se muestra la realidad: el inorgánico o físico, el biológico y el socio-cultural. Es sin duda una cuestión sumamente impresionante cómo al profundizar en el ámbito de la física, más concretamente en las partículas, se muestra un mundo que lejos de ser estático es un mundo en continuo movimiento. Pero ¿Cómo es posible que a partir de átomos, moléculas, moles, etc se forme un ser vivo?, ¿y cómo es posible que un ser vivo con el paso de la evolución se transforme en un ser socio-cultural como el ser humano?. De momento lo voy a dejar aquí ya que el próximo paso será reflexionar como se relacionan estos estratos, si tienen algo en común y si unos se derivan de los otros.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ser y devenir

¿Son contradictorios o excluyentes el ser y el devenir?, ¿es el ser lo que se mantiene ante la variabilidad o ante el devenir de los acontecimientos temporales?, ¿pueden ser equivalentes el ser y el devenir?. O en el terreno personal y mundano: ¿se mantienen las personas en su ser o con el continuo devenir de la vida ese ser cambia y nos vamos continuamente renovando?.
En este tema, como en todos los anteriores, se pueden justificar todas las opciones posibles tanto en un sentido como en el contrario. Frases célebres como "No hay nada nuevo bajo el Sol", vienen a decir exactamente lo contrario a "No es posible bañarse dos veces en el mismo río". Mientras que el primero defiende la inmutabilidad de todo y niega el devenir, el segundo señala que todo es devenir, que nada permanece tal como es.
El hombre piensa y actúa según su ser, pero el ser del hombre no ha sido siempre el mismo. El hombre devino hombre a lo largo de la evolución pero si se acepta que el hombre sigue en proceso de evolución, éste seguirá un proceso de cambio, de devenir, de transformación continua de su ser. Entonces el ser es como el presente, una vía de apertura al futuro y un proceso de construcción del pasado, pero sin entidad propia.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Esencia y apariencia

Sobre la esencia y la apariencia hay mucho que decir si nos movemos en el plano más mundano, más de andar por casa y no nos centramos tanto en el análisis filosófico.
La esencia sería aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo permanente, lo invariable. Así pues sería lo más importante y característico de una cosa. Sin embargo la apariencia sería el aspecto o parecer exterior de alguien o algo. Incluso a veces suele utilizarse con un matiz despectivo entendiéndose tal término por cosa que parece y no es.
Las anteriores definiciones marcan una clara diferencia entre ambos términos.
Entonces, ¿por qué pueden presentar controversia dichos términos?. Trataré de analizarlos con los conocimientos que poseo en estos momentos, es decir antes de pasar al estudio que establece el profesor Francisco José Martínez Martínez.
La esencia sería el ser de las cosas, lo que una cosa es sería su esencia. Bien, pero una cosa, pese a tener una esencia, un ser, debe manifestarse ante nosotros para ser conocida de alguna manera, esto es mediante su apariencia. Puesto así podría pensarse que la esencia y la apariencia son la misma cosa, pero esto pienso que nunca es posible. Toda cosa, al aparecer ante nosotros, al manifestarse para ser conocida, debe forzosamente adaptarse a nuestra estructura conceptual humana, de forma que lo que nosotros captamos no sería su esencia, sino su apariencia. Desde este punto de vista nunca se podría conocer la esencia de algo, sólo podríamos conocer su apariencia.
La física trata este tema de diferentes modos, y en el fondo viene a ser lo mimo.
El experimento mental de Schrödinger que se ha tomado el nombre de "la paradoja de Schrödinger" tiene, bajo mi punto de vista un transfondo filosófico relacionado con el tema que en estos momentos estoy tratando. Si entrara en detalles sobre la mecánica cuántica me introduciría en otro tipo de cuestiones que en estos momentos no voy a tratar. Simplemente me quedo con la siguiente frase:
"En el momento en que abramos la caja, la sola acción de observar modifica el estado del sistema tal que ahora observamos un gato vivo o un gato muerto".
La sola acción de observar modifica el estado del sistema, o lo que viene a ser lo mismo, la sola acción de conocer, de intentar indagar en la esencia de algo modifica ya ese algo, de forma que lo que en realidad conocemos es como aparece ante nosotros, como se manifiesta. Pero este manifestarse se hace realidad cuando se ajusta a nuestro esquema de conocimiento, a nuestra estructura conceptual.